martes, 24 de enero de 2023

TENEMOS, SOMOS LA OBRA Y LA NADA

 Llevo unos meses alicaída, esa es la verdad. Sonrío y me hago la fuerte y nunca cuento nada triste o feo a nadie, esa es una de mis heridas, la necesidad de no molestar a los demás. Creo que es algo de lo que pocas hablamos en voz alta pero muchas vivimos. Nos arrojamos a la soledad y al retiro de manera voluntaria y pasamos allí demasiado tiempo, sumergidas en la penumbra, dejando que nuestros músculos se atrofien, entonces pasa el tiempo y nos lamentamos porque nos duele movernos, o porque ni siquiera sabemos ya como hacerlo. Los días en los que nos arreglábamos o nos desnudábamos y nos veíamos sexy, los días de maquillaje o de piel fresca, los días de autocuidado y sonrisa por que sí, esos parecen no haber existido nunca. Se nos olvida que somos lo que escribimos, lo que nombramos, lo que usamos como descripción para nosotras mismas y para el mundo que nos rodea. Nos olvidamos de nuestro poder. ¿Cuántas veces os ha pasado que andabais dándole vueltas a algo en la cabeza y ha ocurrido? Cuántas veces habéis caminado perdiendo en vuestro paso la vergüenza del tropiezo y habéis llegado al sitio deseado sin daros cuenta? Y por muchas veces que nos ocurra, por muchas que la experiencia nos muestre la autenticidad de nuestros quereres, arrojamos al hastío todo nuestro equipo. 

Llevo unos meses alicaída, también sufro de memoria selectiva, en mi cabeza el hueco reservado para amarme es demasiado pequeño. Es por eso que, a menudo, recurro a la poesía, una de mis herramientas para recordar. Y os aseguro que hasta el día de hoy nunca me ha fallado, siempre hay unos versos que me traen de vuelta, que me nombran a mí y que nombran a la luz que me impongo como condena, y entonces repito mi nombre en voz alta tres, cuatro, cinco veces y mis músculos se desentumecen de nuevo. Hoy le ha tocado a Bukowski echarme un cable, somos ya viejos conocidos. Como dice Buko, todo continúa tal cual lo escribimos.


Carson McCulers (Charles Bukowski)

murió alcoholizada

envuelta en una manta

en una hamaca

en la cubierta de un barco

de vapor de ultramar.


Todos sus libros

sobre el terror de la soledad

todos sus libros 

sobre la crueldad 

del amante sin amor

fueron cuanto quedó de ella.


Cuando un turista que paseaba

vio el cadáver

se lo notificó al capitán

y la trasladaron en seguida

a otro lugar

del barco.


Y todo continuó 

tal y como ella

lo había escrito.

___________________________________________

She died of alcoholism

wrapped in the blanket

of a deck chair

on an overseas

steamer.


All her books of

terrified loneliness

all her books about

the cruelty

of the loveless lover

were all that were left

of her.


As the strolling vacationer

discovered her body

notified the captain

and she was dispatched

somewhere else

upon the ship.


As everything else

continued

as

she had written it.

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